Bienvenida

Esta es la página de Mara Yazmín Morales Torres. En los paneles laterales de la derecha puede encontrar los textos publicados hasta ahora, junto con mis datos personales: Ensayos, Los grandes autores y Artículos de interés general.

domingo, 22 de abril de 2007

Cultura política de Almond


CIVILIZACIÓN Y CONCEPTO LIBERAL


La civilización y las teorías liberales del desarrollo político de los siglos diecisiete y diecinueve fueron esencialmente socialización de política/teorías de la cultura política. La ciencia y el desarrollo del conocimiento secular fueron para guiar, por una parte al aumento en la prosperidad de las naciones y el desarrollo del bienestar y por otra a la racionalización de la organización del gobierno y leyes y a la democratización. Sea que en su aspecto de ley natural / derecho natural en la Locke – Condorcet o en su aspecto unitario a la Helvetius – Bentham, la teoría política de la civilización fue una teoría política sicológica, derivando y justificando a las instituciones políticas y a las leyes.


Por la segunda mitad del siglo diecinueve estimuladas por la revolución industrial se fortalecieron por el éxito de las reformas políticas y sociales en Gran Bretaña y por el ejemplo Americano y fortalecida por el desarrollo y las ideas evolucionarias en biología. Fue su confianza liberal en la inevitabilidad de aumentar el progreso político y económico empujado hacia delante por el progreso de la ciencia y la distribución de la razón que está detrás de la disciplina del gobierno comparativo y la política conforme éste surgió en el siglo diecinueve.


Estos teóricos políticos “elitistas” – en particular Gaetano Mosca, Vilfredo Pareto y Roberto Michels – atacaron ambas, la versión liberal y la Marxista, de inevitable progreso en la cultura política y organización, describiendo en su lugar un futuro de permanente de explotación elitista y ley autoritaria basada en un conjunto diferente de premisas sicológicas y sociales.


Este pesimismo Europeo tuvo sus ecos entre los teóricos políticos británicos y americanos. Graham Wallas aún antes de la Primera Guerra Mundial tuvo la satisfacción de asumir el incremento de la racionalidad y extender la democratización y en la edición de 1920 de este libro señaló “que la suposición de que los hombres son automáticamente guiados por ‘sus propios intereses’ ha sido desacreditado por los hechos de guerra y paz...”. En un capítulo profético titulado “Interferencia No racional en Política”, él señaló la importancia de los sentimientos y hábitos en el pensamiento político y la acción: “los hombres frecuentemente actúan en política bajo el estímulo inmediato de afecto e instinto y ese afecto e instinto pueden ser dirigidos hacia entidades políticas que son muy diferentes de aquellos actos en todo el mundo que podemos descubrir por observación deliberada y análisis”.


Walter Lippmann desafió la fácil suposición del crecimiento de la racionalidad en masa desarrollando un cognoscitivo político psicológico, el cual tensó las discrepancias entre los puntos de vista de la realidad en las mentes y la realidad como tal, concluyendo que el gobierno popular pudo llegar a ser un buen gobierno solamente cuando los sabios políticos profesionales aconsejaban los mejores e interés público en la naturaleza de la realidad política y sus intereses políticos.


No fue que las generaciones anteriores de estudiantes de las políticas comparativas como Wilson, Bryce, Finer y Friedrich querían ignorar las diferencias en las tendencias políticas de la gente y de los grupos. Por el contrario, su capital comercial fue la explicación de las diferencias en la concentración y dispersión del poder entre las naciones, diferencias en arreglos electorales, sistemas partidarios, organización legislativa y procedimiento, arreglos burocráticos, estructura judicial y proceso. Pero las diferencias que ellos descubrieron podrían haberse ordenado de acuerdo a su aproximación o desviación desde “surgimiento-culto” formas políticas-sufragio universal, gobierno representativo, la decisión política a través de procesos deliberativos racionales, racional y eficiente implementación de la ley y la protección de derechos contra la acción arbitraria. Estas desviaciones podrían ser explicadas por la experiencia histórica y por el “carácter” de las naciones y grupos, las cuales han sido modificadas principalmente por sus ambientes y sus historias. Wilson habla de “marcas de la nación”, Munro se refiere al genio racial británico, André Sigfried y Salvador de Madariaga , arguyen en algún momento los caracteres nacionales de las personas inglesas, francesas, americanas y españolas. Pero el poder de la máquina transformadora de la educación y el desarrollo del conocimiento fueron presumiblemente los que cambiaron a la humanidad en la dirección de estas normas de culto. Las desviaciones fueron residuales o patológicas y mientras la ansiada y esperada convergencia hacia las normas políticas de civilización nunca sería completada, el carácter nacional ó el carácter social de los grupos fue un tema explicativo diferentemente menor.



LA INFLUENCIA DE LA SOCIOLOGÍA EUROPEA.


Conforme la disciplina de sociología se desarrolló en el curso del siglo diecinueve, la importancia de subjetivos variables en la explicación de fenómenos políticos y sociales, fue generalmente reconocida. Henri de Saint-Simon atribuyó más importancia a las actitudes ideológicas-religiosas que a las económicas, en el mantenimiento de estabilidad social y en el logro del progreso social. Auguste Comte observó la sociedad esencialmente como un sistema de ideas morales comunes. Marx observó la ideología como un arma importante en manos de la burguesía para retardar los procesos revolucionarios y el conocimiento político en la clase trabajadora, como una condición necesaria de la revolución proletaria. Emile Durkhelm basó su concepto de solidaridad social en el “conocimiento colectivo”, o el sistema de valores, confianza y sentimientos de los miembros de las sociedades. Y los conceptos de Pareto de las acciones lógicas y no lógicas de “residuos” o “derivaciones”, fueron parte de una teoría sicológica sustancial de estructura sociopolítica y cambio social.


Pero de todos los sociólogos europeos, el que más influyó en la forma de investigación sobre cultura política, fue Max Weber. Para Weber, la sociología tenía que ser una ciencia “enfática”, en la cual las actitudes, sentimientos y valores eran importantes variables explicativas. Quizá Weber fue el científico social verdaderamente moderno, sus conceptos fueron fundamentales: él era metodológicamente absolutamente inventivo y sofisticado. A sí mismo se hacía cuestionarios, desarrolló un análisis de contenido y empleó campo sistemático de observación. El trabajo de Weber en la sociología de la religión fue una teoría sociológica marxista, la cual tensó la estructura económica en las relaciones de producción –como la influencia formativa básica, las instituciones sociales y las ideas. En el estudio comparativo de carácter económico de Weber, acerca del gran mundo religioso, fue demostrado que los valores e ideas pueden ser los puntos catalíticos en los cambios en la estructura política y en las instituciones políticas.


Los tipos de autoridad política de Weber –tradicional, legal y carismático- son categorías subjetivas. Estas son las tres razones típicas-ideales, bases estructurales de las diferencias estructurales de la política legítima, entre los sistemas políticos son tratadas categorías subordinadas a estas categorías esencialmente subjetivas. Las órdenes tradicionales son aquellas en las cuales las reglas/leyes son obedecidas, porque ellas han sido seleccionadas de acuerdo a las leyes inmemoriales y actúan de acuerdo con tales reglas. La principal orden de forma racional-legal que Weber trata es la burocracia, en la cual lo oficial es obedecido debido a que es seleccionado y actúa de acuerdo a lo escrito, lo racional y las reglas forzosas. El autor carismático es el tipo transitorio y extraordinario del político, caracterizado por un conocimiento en las cualidades extra o super humanas de un líder.


La tipología de Weber de las partes políticas, nuevamente está basada en razones subjetivas para los miembros y el soporte. Las partes de clase son aquellas en las cuales los soportes se restablecen, en base a su llamado al interés de las clases. Las partes de patrocinio, son aquellas las cuales llaman a sus soportes en base a la promesa de poder, oficina y otros materiales de ventaja, mientras que las partes Weltanschauung (Mundo-Vista) están basadas en un llamado a los ideales de los soportes políticos. Finalmente, las categorías básicas de Weber de los tipos de acción social- tradicionalidad, afecto, instrumental y racionalidad de valor- influyeron profundamente en las teorías de desarrollo y modernización, las cuales entraron en la investigación de la cultura política.



LA INFLUENCIA DE LA SICOLOGÍA SOCIAL.


Un tercer curso intelectual registrado en la formación de conceptos de la cultura política e investigación- acerca de la sicología social. Esta disciplina surgió en las primeras décadas del siglo veinte, completamente fuera de los esfuerzos de los sociólogos y sicólogos para poder explicar las catástrofes políticas y sociales de aquellos años: la matanza y destrucción de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Bolshevik, La Gran Depresión, el levantamiento del Fascismo Italiano y el Socialismo Nacional Alemán, antagonismos raciales y algo más. La Sicología Social representa un esfuerzo para explicar cómo y por qué las actitudes y conductas de los individuos son condicionadas e influenciadas por la presencia e impacto de otros individuos y grupos sociales. Las unidades sociales que la Sicología ha empleado para formar explicaciones, son: El instinto, hábito, sentimiento y actitud. Graham Wallas y Walter Lippmann fueron instintivos , como lo fueron William Mc Dougall, E.L. Thorndike y John Dewey.

No hay comentarios.: