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domingo, 15 de abril de 2007

El desarrollo del capitalismo según Michael Aglieta.

La producción del capital

Para Michael Aglieta es preciso dejar sentado que el análisis científico de la producción capitalista tiene una vertiente de especialidad y otra mas de temporalidad; ambas básicamente en relación a la categoría valor. esta seria además de orden global. En cuestión de las relaciones de producción capitalistas el punto de partida es la apropiación del trabajo social: el trabajo desarrollado particularmente, se irradia al campo del trabajo social. Aquí interviene además la vertiente de lo “nuevo”, uno de los pilares de la teoría de la regulación, en este sentido se considera la desaparición o vigencia de los sistemas sociales en su eje básico, esto es, la temporalidad de las formas de producción.

Aglieta plantea proceder de modo inverso a los neoclásicos estableciendo la medición de las unidades antes del espacio medible. Ahora bien, el espacio medible se determina a través de la homogenización de trabajos privados en tanto que confluirán hacia el trabajo social por efecto del intercambio, al equiparse mercancías que poseen la misma propiedad social, el valor. Esto es posible cuando se refiere el valor de una mercancía en otra, indicando en esta la medida de valor, dando pie a la universalización del intercambio unificado en la mercancía dinero: a fin de cuentas los trabajos privados son partes alícuotas del trabajo global, de donde se sigue que en ultima instancia, el soporte de esta red de trafico mercantil esta la conservación del valor, mediante sucesivas metamorfosis de las mercancías, transformación del trabajo abstracto en trabajo concreto. A nivel general se tiene renta global de la sociedad al valor añadido o creado por el trabajo social. Pero la conservación del valor se desarrolla en marcos históricos estrechamente ligados a cada época y desligados de la eternidad. Solo tiene sentido el capital en función de su actualización.

El carácter social –como totalidad- del plusvalor (generado por acción de la fuerza de trabajo) al cobrar sentido en un espacio homogéneo, arroja la misma tasa de plusvalor en todas y cada una de las ramas productivas. Lo central y distintivo de la economía capitalista es la relación salarial. El total de los trabajadores esta en un espacio homogéneo, con una duración de la jornada de trabajo también homogénea. Pero en esta hay distintas circunstancias que “la alargan o acortan”: a la baja del tiempo socialmente necesario para generar el valor, incremento de tiempo uniforme productivo del valor, para lograr igualar la duración del tiempo y el trabajo efectivamente en el (que se produce plusvalor) “el conjunto de procesos que conducen al descenso de tn se denomina del valor relativo, el conjunto de procesos que aumentan tv dado tn (bien por un incremento del t o por un decremento de t-t ) se denomina producción de plusvalor absoluto”.

La generación de plusvalor absoluto alargando la jornada de trabajo genera una resistencia del asalariado que nos “recuerda que la producción de plusvalor es una necesidad interna del capital”. La otra es la intensidad; el generar ritmos mas arduos de trabajo en el mismo proceso puede compensar e incluso aumentar su duración si se logra la simplificación de los movimientos para desarrollar el trabajo con el avance en la tecnología. “El crecimiento de la intensidad del trabajo no se manifiesta directamente en tiempo de trabajo abstracto. Dos intensidades diferentes son, en efecto dos densidades en lo que se refiere al gasto de fuerza de trabajo por hora de trabajo... existe entonces una necesidad de transformación en extensión”.

Revisando el proceso de producción vemos que éste se subordina al desarrollo mismo del capitalismo, que va sometiendo todo a su control, incluyendo desde luego la relación de plusvalor absoluto y plusvalor relativo.

La fuerza de trabajo es un parte del proceso productivo, aquella que pone en funcionamiento la maquinaria y realiza la transformación de las materias. Entra a un proceso de valorización uniforme; éste mismo estandariza de forma que se hace perceptible de medir. Se llega a la categoría composición orgánica de capital “es la expresión agregada de la composición técnica reducida a tiempos de trabajo abstracto”.

Todo lo que entra en el proceso productivo es mercancía, los medios y objetos de trabajo se denominan capital constante. Este entra en el proceso productivo y se destruye con la transformación .

La acumulación capitalista en EEUUA.

“La tarea del teórico respecto al análisis histórico consiste en preguntarse que es lo fundamental en la evolución de una formación social durante una época histórica cuya delimitación temporal ha de explicar el mismo análisis” en método de la economía política yendo de lo abstracto lo concreto, de lo particular a lo general, etc., en una relación dialéctica es lo que se establece como principio fundamental para estudiar una economía concreta como es la estadounidense donde se observa un desarrollo excepcional del capitalismo (aunque desde luego se establecen categorías en base al marco teórico ya expuesto en la primera parte que son validas para toda economía). Como se nos ha expuesto la “transformación de las condiciones de trabajo, por una parte; y, por otra, la transformación de las condiciones de existencia del trabajo asalariado”. En seguimiento del desarrollo de estas dos partes del proceso de formación del capitalismo en Estados Unidos, seguiremos la exposición de la explicación. El devenir histórico esta acotado por la lucha de clases que marca el compás a la acumulación. “Las condiciones para la canalización de la lucha de clases se refieren al conjunto de las relaciones sociales . Su estudio es el objeto de la teoría de la regulación del capitalismo”.

Así nos encontramos ante una bifurcación en el análisis: por un lado el desarrollo de las fuerzas productivas y la tendencia de la acumulación del capital productivo. “El ritmo y las formas de penetración de las relaciones de producción capitalistas constituyen la infraestructura especifica de una formación social concreta. Esa infraestructura social es lo que permite comprender las diferencias en el desarrollo de las fuerzas productivas entre las distintas formaciones sociales. Desde este punto de vista, Estados Unidos presenta una gran originalidad”. El desarrollo histórico del capitalismo en ese país se dio con absorción de costumbres y formas de vida propias, sin absorción de anteriores modos de producción, “esa capacidad jurídica expresada en la libertad y la igualdad formales de los individuos en cuanto sujetos económicos dotados de iniciativa, en cuanto sujetos culturales que emiten y reciben opiniones”.

Así, con su avance, llegaron a la necesidad de eliminar los obstáculos que les representaba la colonia para la expansión geográfica y económica. Se estableció una especulación sobre el suelo a partir del control del agua, de la amenaza de cambiar el trazo de la vía férrea sino se cedía en cuanto a precio de la tierra, etc. La construcción de ferrocarriles y vías corría a cuenta del estado y esto fue la punta de lanza de la penetración del control capitalista en el suelo. “La necesidad de ampliar la circulación de los productos agrícolas puso a los pequeños productores mercantiles en manos de las sociedades ferroviarias para el transporte de sus mercancías”. El alto cobro de intereses e hipotecas incrementó el costo de la tierra. La guerra civil aceleraría ese proceso y lo modificaría cualitativamente. “La guerra civil norteamericana fue el último acto en la lucha contra la dominación colonial”. La esclavitud en el sur obstruía la integración de Estados Unidos al comercio internacional. “Lo que estaba en juego en la guerra era, por tanto, simultáneamente, la penetración directa del capitalismo en todo el territorio de la Unión, la consecución de una política comercial proteccionista y la unificación política e ideológica de la nación bajo la dirección de la burguesía industrial y financiera”. La guerra produjo una acumulación en el sector 1 en donde se desarrolla la producción de armas y pertrechos para la guerra, y un incremento también en el 2 por la necesidad de elevar la producción de alimentos. Así, se generó una gran deuda pública como coste de guerra.

“La pequeña producción mercantil se había integrado progresivamente en la producción capitalista. Esa integración dio origen a una tendencia permanente a la elevación de la productividad del trabajo en la agricultura, y provocó una gran extensión de la producción de medios de producción para la agricultura”. Esto favoreció la competencia y por tanto el desarrollo de la industria agrícola. Provocó y apoyo la separación del campo y la ciudad para la intensificación de la división del trabajo.

“Mientras el capitalismo transforma decisivamente el proceso de trabajo, por medio de la creación de medios colectivos de producción sin remodelar el modo de consumo, la acumulación progresa a saltos. Se trata de un régimen de acumulación principalmente 'extensivo', basado en la edificación por oleadas de la industria pesada. Los saltos se deben al desarrollo desigual del sector 1, que disminuye la tasa de rentabilidad del capital y que requiere fases depresivas en las que desciende la composición en valor del capital gracias a la destrucción de una parte del capital invertido en la producción”.

Cuando la acumulación de capital no solo tiene lugar a través de la transformación del proceso de trabajo, sino sobre todo mediante la transformación del proceso de reproducción de la fuerza de trabajo, se tiene un criterio para definir un nuevo estadio en la evolución del capitalismo. Esta estadio es portador de nuevas formas de relación salarial; altera la estabilidad de las relaciones de equivalencia en el intercambio modifica el sistema monetario. Así pues, el funcionamiento de la ley del valor, principio fundamental de la regulación mercantil, depende de las condiciones en las que se generaliza en toda la sociedad la relación salarial.

Las relaciones de producción producen un doble cambio estructural: por un lado, la separación de la fuerza de trabajo de los medios de producción , reunidos en el proceso de trabajo bajo la autoridad exclusiva del capital; y, por otra parte, la destrucción del universo espaciotemporal configurado por las formas de producción capitalista.

El capitalismo sólo puede reproducirse por medio de una acumulación sin descanso; su desarrollo consiste en la producción y consumo masivo de mercancías, fenómenos que se generaliza al conjunto de las actividades de la vida social.

Veamos las transformaciones de la relación salarial desde cuatro puntos de vista:

El del capital: es el estudio de la evolución contradictoria de la acumulación. Con la doble tendencia al desarrollo desigual del sector 1 y a la intensificación de la división social del trabajo en el sector 2, a medida que se generalizan las mercancías al modo de consumo del trabajo asalariado.

El del desarrollo de las fuerzas productivas: la transformación de la forma de producir bajo el impulso del plusvalor relativo, de la interdependencia entre las transformaciones del proceso de trabajo y la homogeneización del modo de consumo de la clase obrera.

Del trabajo asalariado: que permiten al trabajador asalariado adquirir el conjunto de sus condiciones de existencia en la circulación general de mercancías. Esas transformaciones se interpretan como la formación de una norma social de consumo.

De las mercancías de consumo: la adaptación de las características de uso de los objetos de consumo a la producción de las características de uso de los objetos de consumo a la producción en masa y la difusión de la estética funcional que estructura la norma de consumo, ritmo de penetración de las nuevas mercancías en función de la diferenciación de las rentas, la socialización del gasto salarial por medio de los créditos destinados a salvar el obstáculo que se presenta para la compra a cargo de las economías domésticas asalariadas de bienes de consumo duradero cuyo valor de cambio es considerable en relación corriente.
Hacia finales de la primera década del siglo XX las luchas obreras por una vivienda decente se sumaron a una corriente política animada por nuevas capas de la burguesía, producto de la revolución industrial, que clamaban por la creación de la infraestructura de la carecían las grandes ciudades en rápido desarrollo. A pesar de la resistencia de los financieros y de los propietarios de tierras, que controlaban los organismos de las colectividades locales y limitaban fuertemente la recaudación fiscal, la presión política ejercida sobre los municipios y los parlamentos de las grandes estados industriales del este del centro-este .

La producción en masa de las mercancías que están destinadas a ser adquiridas de forma individual y con renta igualmente individual. Y la manera en que se integraron a la formación del salario. Llevaron a que su valor tuviese que irse reduciendo y por tanto la forma de su producción debiera ser estandarizado y en serie. Esto lleva “la división social del trabajo en el sector 2 resulta de una subdivisión de ese subsector que produce las mercancías compradas con la parte del plusvalor consumida como renta y un subsector que produce las mercancías que se adquieren con el equivalente en dinero del valor de la fuerza de trabajo obrera. La división del sector 2 se debe a su vez al desarrollo de la división del trabajo. A medida que el capital se acumula en el sector 1, intensificando la división del trabajo, se produce una centralización del capital”.

Los avances tecnológicos se manifiestan en los cambios en las condiciones sociales de producción “la centralización del plusvalor acumulado tiene como corolario la dispersión del plusvalor gastado como renta”. Por tanto es una necesidad la expansión de la extensión de las relaciones de producción capitalistas para la acumulación.

“Sabemos que la evolución de la tasa de plusvalor es el eje de la acumulación de capitalista... se desarrolla en las mejores condiciones cuando los dos sectores productivos se desarrollan simultáneamente, gracias condiciones de existencia del trabajo asalariado”.
Para poder estudiar de la mejor manera la tasa de plusvalor utilizaremos el indicador que Aglieta considera más optimo la evolución del coste salarial social real.

La economía de guerra y la importancia de la reconversión subsiguiente con las siguientes tendencias: “crecimiento durante las guerras mundiales, muy acusado, sin tendencia a largo plazo, constancia entre 1900 y 1971, descenso medio entre las dos guerras mundiales en la década de 1930 al ritmo de 0.9% anual.” Y aquí encontramos ya a Estados Unidos como la nación con la más altas tasa de plusvalor. “Para ilustrar una teoría de la acumulación basada en el plusvalor relativo, esa comparación interespacial es tan relevante como una comparación intertemporal. La elevación de los salarios reales está provocada por los procesos que elevan la tasa de plusvalor”.

Por lo que ya se ha argumentado con la tendencia al descenso del coste salarial social visto en la primera posguerra, llagamos a la conclusión de un régimen de acumulación predominantemente extensivo a uno predominantemente intensivo.

Caracterizando la acumulación de entre guerras y la segunda guerra mundial, la posguerra primera se caracterizo por el crecimiento del sector 2 y deros, dieron la transformación de las condiciones de vida de los trabajadores. “Esa transformación multiplica las relaciones mercantiles ínter industriales; crea grandes líneas de actividad económica que unifican los dos sectores productivos, y contribuye a que el ahorro de trabajo se transmita de segmento en segmento”.

El principal interés fue la aplicación de métodos de producción de plusvalor relativo en el sector 2. “relaciones de intercambio que constituyen la vía de transmisión de las transformaciones locales de las fuerzas productivas... la acumulación característicos del régimen de acumulación predominantemente extensivo, anterior a la transformación radical de las condiciones de existencia del trabajo asalariado”. Es decir la universalización de las relaciones de producción capitalistas y de la circulación de mercancías.

De 1947 a 1961 se da algo cercano a un régimen de acumulación equilibrado a ambos sectores crecen a una similar, las recesiones de 1949, 1954 y 1958 corrigieron las desproporciones entre ambos. “Así comienza la oleada de acumulación más intensa de toda la historia del capitalismo norteamericano, que rápidamente llega a romper el equilibrio dinámico de la expansión de ambos sectores. El sector 1 se amplía más rápidamente que el sector 2 y se desdobla, disparándose el subsector de bienes de equipo, apoyado por la demanda social creada a partir de la transformación general de los procesos de producción. Asimismo, el sector 2 empieza a mostrar una ruptura en las proporciones entre sus ramas componentes. Se tiene, pues, una acumulación profundamente desequilibrada, que sólo se mantiene en la medida del plusvalor relativo puede ser acumulado a ritmo creciente; dicho ritmo sólo puede mantenerse, a su vez , si los procesos de producción se modifican cada vez con mayor celeridad”.

Como característica del plusvalor relativo es el adicionar fuerza de trabajo al proceso de producción para la valorización. El proceso de circulación focaliza la transformación de trabajo abstracto en ganancia con esa parte que concentra en la generación de valor nuevo. Y con ciclos de rotación que pueden ser acortados se alcanza mayores ganancias. La intensificación de la obsolescencia es un medio esencial para el plusvalor relativo, que crea las salidas requeridas por la formación de capital cuando no se cumplen las condiciones sociales para un crecimiento paralelo de los dos sectores. La desvalorización del capital, en su nueva modalidad, se convierte en la fuerza que tiende a neutralizar el desarrollo desigual del sector 1. Por eso se afirma “que la producción capitalista consiste en producir para destruir y destruir para producir”.

Para poder seguir el curso de la evolución de la tasa de plusvalor como el eje de la acumulación capitalista es necesario construir índices que permitan observar y determinar las fases características del desarrollo económico. Estos índices deben expresar la evolución de la aportación de nuevo trabajo, de valor añadido, y de la tasa de plusvalor, como categorías y magnitudes interdependientes.

Las principales serían:
  • índice de evolución del salario real medio por hora.
  • índice de evolución de la productividad media por hora.
  • índice de precios del valor añadido.
  • índice de precios del consumo probado
  • índice del coste salarial social real.

Con la evolución del coste salarial social real es posible ver el movimiento de la tasa de plusvalor, pues aquel varia inversamente en el largo plazo. Lo cual puede ser constatado con las etapas de acumulación de capital en Estados Unidos. El coste salarial social real muestra crecimiento en las guerras mundiales, constancia entre 1900 y 1971, descenso en el periodo de entreguerras, descenso desde el fin de la segunda hasta 1966, constancia desde este año.

Comparando EEUUA con Inglaterra se concluye que aquel es la formación social con la tasa de plusvalor más alta. Aumenta en la elevación de los salarios reales es parte del mismo proceso de elevación de la tasa de plusvalor.

Históricamente el desarrollo productivo de la economía estadounidense, muestra el tendencial descenso del coste salarial social real desde el fin de la primera guerra mundial, al darse la transición de una acumulación extensiva a un régimen intensivo, dado que la extracción de plusvalor pasa de ser absoluta a ser relativa.

Ello no puede obviar el campo de la lucha de clases, la correlación de fuerza o debilidad con que la clase obrera se enfrenta al ansia capitalista de redoblar la obtención de plusvalor, disminuyendo las posibilidades de acceso del proletariado a los bienes de consumo. Pero en los hechos al darse las revoluciones más importantes en la producción capitalista, sólo unos reducidos sectores tienen acceso a su disfrute.

La más regular obtención de plusvalor relativa en el sector II permitió armonizar la exposición de los dos sectores productivos, al mantener la intensidad en ambos, manteniéndose así cierto equilibrio.

Posterior a 1958-1961 se produce una ruptura de tal equilibrio al expandirse más el sector de bienes de equipo demandante de los medios de producción necesarios a la acumulación intensiva.

Ciertas tendencias lo esclarecen más:
  1. Irregular crecimiento de stock de capital desde inicios del siglo XX hasta 1925.
  2. Rápido crecimiento entre 1921 y la tasa depresiva.
  3. Fuerte crecimiento del stock de capital a partir de 1950.

En conjunto se obtienen no sólo serios desequilibrios sino otras fases caracterizadas por la creación -destrucción masiva de capital, desvalorizándose profundamente la composición en su valor. La contradicción esencial en el capitalismo conlleva por un lado la conservación del valor pero por otra parte, se finca en el antagonismo de la relación salarial. El natural corolario es la restricción con la crisis a la renta de mercancías, llevando al limite el antagonismo ya mencionado.

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