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domingo, 22 de abril de 2007

Poder en Niklas Luhmann


En el desarrollo del poder organizado, en primer lugar el poder debe considerarse como un universal social, en la teoría del poder es necesario tomar el sistema de referencia, es decir, a la sociedad, como fundamento. En otras palabras se debe comenzar por las funciones del poder para el sistema de la sociedad como un todo. Este sistema de referencia de ningún modo cambia si la política y la ley se incluyen en la perspectiva. Por que el sistema político y el sistema legal son subsistemas de la sociedad que están diferenciados para las funciones societales. Esta diferenciación y especificación funcional alteran la sociedad misma, cambian las posibilidades y condiciones de compatibilidad de todos los subsistemas sociales y, de este modo son un aspecto de la evolución societal. Sin embargo al analizar las funciones y las estructuras de un código de poder simbólicamente generalizado, frecuentemente nos encontrábamos frente a problemas que no pueden ser apropiados dentro de la esfera de acción de este sistema de referencia.


El autor describe el poder como una expresión de, o como una variable dependiente del hacho social que es la sociedad y usar de que helecho o la teoría social reciente trabaja con tres tipos de conceptos diferentes, pero compatibles: Una teoría de la formación de sistemas y de la diferenciación de sistemas; Una teoría de la evolución, Una teoría tentativa hasta ahora, de los medios de comunicación simbólicamente generalizados. Los objetos de esta teoría deben ser vistos como independientes en el nivel societal de la formación de sistemas, en el sentido de que la evolución social conduce a sistemas sociales mayores, más complejos y más fuertemente diferenciados.


El poder se trata como un medio de comunicación simbólicamente generalizado, y cuando, de este modo, los análisis del poder se colocan en el contexto de la sociedad más extensa.


En el análisis de la teoría de los medios de comunicación, el autor hace algunas observaciones.
La teoría societal es de acuerdo con sus elementos heredados del siglo XlX , una teoría de diferenciación social en estratos y en subsistemas funcionales, y por otro lado, una teoría de evolución social y cultura que conduce a una diferenciación creciente.
Históricamente, la invención y propagación de la escritura parece haber sido la causa del desarrollo de los medios de comunicación especialmente simbólicos. Sin la escritura es imposible crear cadenas complejas de poder en la burocracia política y administrativa, mucho menos el control democrático sobre el poder político.


Los sistemas sociales siempre se formaron a trabes de comunicaciones, es decir, siempre suponen que procesos de selección múltiple se determinan unos a otros por medio de la anticipación o la reacción. Los sistemas sociales surgen primero por la necesidad de selecciones convenidas, lo mismo que, por otro lado, tales se experimentan primero en los sistemas sociales. Del mismo modo en que la evolución articula la dimensión temporal y la diferenciación articula la dimensión social del sistema societal.


La comunicación solo se realiza si se entiende la selectividad de un mensaje, es decir si se está en posición de hacer uso de ella al seleccionar los propios estados del sistema. Potencialmente todos los sistemas sociales son conflictos; lo único que pasa es que el grado en que se realiza este conflicto potencial varía de acuerdo al grado de diferenciación del sistema y de acuerdo con la evolución social.


Por consiguiente, al decir medios de comunicación el autor se refiere a un mecanismo adicional al lenguaje, en otras palabras, a un código de símbolos generalizados que guía la transmisión de selecciones. Los medios de comunicación tienen una función de incentivos; por que incitan la aceptación de las selecciones de otra gente y, por lo general hacen de esa aceptación el objeto de expectativas. Por consiguiente los medios de comunicación siempre se pueden formular cuando el modo de selección de un compañero sirve simultáneamente como una estructura de incentivos para el otro. Entonces los símbolos de esta conexión entre la selección y la motivación asumen la función de una transmisión y clarifican la conexión aunque existe entre los dos aspectos, de manera que esta conexión aticipatoria puede fortalecer y motivar a la selectividad. Consecuentemente los medios de comunicación cambian la orientación común con la no-identidad de la selección. Solo bajo esta condición básica es que también el poder funciona como un medio de comunicación. La función de un medio de comunicación es transmitir complejidad reducida. La selección hecha por un alter limita las selecciones posibles de un ego al ser comunicadas bajo condiciones específicas. En todos los medios de comunicación, la base de su diferenciación existe una combinación especial de interacción y, dentro de esta, un problema específico. Los medios de comunicación solo se originan en el nivel de lo que se supone es el vivir junto con el otro cuando la influencia es contingente y, con eso, al fin, más bien improbable.


Diferencia más importante con respecto a las teorías del poder más antiguas, es que la teoría de los medios de comunicación conceptualiza el fenómeno del poder sobre la base de una diferencia entre el código y el proceso de comunicación y, por lo tanto, no esta en posición de atribuir poder a una de las personas como propiedad o facultad. El poder es comunicación guiada por el código. La atribución del poder al poderoso esta regulada en este código por los resultados de amplio alcance que concierne al refuerzo de motivaciones que cumplir, la responsabilidad institucionalización, dando una dirección específica a los deseos de cambio. Aunque están actuando ambas partes, cualquier cosa que ocurra se le atribuye solamente al poseedor del poder.


El poder que se basa en las dependencias estructuralmente condicionadas se fragmenta con la diferenciación siempre en aumento y se torna fundamentalmente específico y rígido. El poder se anula por el ejercicio real de la coerción física; esta coerción no puede entenderse como el último recurso de una escala de presiones siempre en aumento. En cambio tiene un significado mucho más general en relación con el código del poder simbólicamente generalizado, en que medida en la relación del nivel simbólico con el orgánico sin involucrar a otras esferas de acción no políticas, tales como la economía o la familia. De este modo se hace posible diferenciar el poder que es específicamente político, siempre con la condición de que el poder no se degenere en coerción física.


En lo que respecta al poder y la coerción física, a la gama dada de alternativas y de un orden dado de preferencias el poder se asocia con otras estructuras del sistema social. El poder no es un complejo completamente autosuficiente, sino que depende de otros factores, tanto para las condiciones que lo hacen posible como para su nivel de demanda y necesidad. Como se ha observado a menudo, varía principalmente de acuerdo con el tipo y grado de diferenciación en el sistema societal y de acuerdo con la división del trabajo en los sistemas organizacionales individuales. A partir de esto se pueden construir tipologías de poder muy diferentes, de acuerdo con el tipo de alternativas que pueden preferirse o descartarse.


El código del dinero cuenta con el hecho de que se paga con el objeto de satisfacer requerimientos, y el poder tiene una relación específica con la coerción física.


Los mismos problemas se repiten a pesar de estos diferentes tipos de mecanismos simbólicos. En todos los casos se aplica lo siguiente.


La relación simbólica no puede ignorarse. En los asuntos de la verdad, simplemente no se puede pasar por alto lo que se está percibiendo, del mismo modo que en los asuntos del poder no se puede ignorar donde está localizada la capacidad superior para ejercer la coerción física. Por lo tanto la relación con el nivel simbólico también tiene que explicarse en el código. Los mecanismos simbólicos ofrecen un tipo de seguridad para los procesos guiados por los medios con que armonizan. Esta seguridad se torna mucho más importante cuanto más alta es. Es una característica consistente el hacho de que la localización y condicionamiento de los mecanismos simbólicos en los sistemas orgánicos, les permite lograr un efecto no específico en el nivel más alto de los procesos de formación de sentido. Los sistemas orgánicos se ven envueltos en los procesos de comunicación guiados por los medios, el código por los medios debe preocuparse de que estos organismos y sus sistemas de guía psíquica no operen independientemente y que operen en conjunto por la vía de la ruta indirecta de las relaciones de comunicación socialmente significativas. Esto ocurre por medio de prohibiciones en la autosatisfacción. El dinero solo logra satisfacer necesidades por medio de comercio organizado. En su mayoría, las percepciones científicamente significativas sólo pueden abordarse por medio de la preparación organizada. Si la superioridad de la violencia física sobre cualquier otra violencia posible se va a garantizar con seguridad de cualquier territorio, se presume que los recursos se han acumulado y movilizado. Los mecanismos de violencia forman la estructura de la teoría de la violencia.


La discusión sobre el derecho del poderoso, que se ha repetido desde la época de los sofistas, esta basada en una teoría del poder demasiado simple.
La violencia se establece como el comienzo del sistema que conduce a la selección de reglas, cuya función, racionalidad y legitimidad los hacen independientes de las condiciones iniciales para la acción.


En lo que respecta a los riesgos del poder el autor señala que los riesgos consientes aumentan con una creciente conciencia de selección. En primer lugar se conciben en términos generales en el nivel de los procesos de selección y de transmisión, como riesgo de cometer errores. En esta concepción del problema, la solución esta en imponer normas de selección correctas. Esto se aplica por igual a todos los medios, con grandes diferencias en el tipo de reglas sobre la inteligencia, la moral, los dogmas y las provisiones organizacionales e institucionales que se desarrollan y se recomiendan con el objeto de contrarrestar el peligro. En el caso particular del poder, uno teme su mal uso por parte del portador. Tan pronto como el poder centralizado se hace visible y operacional, surge el problema de los tiranos que usan el poder despóticamente y arbitrariamente. La teoría política se opone a esto con un código ético que esta muy relacionado con las instituciones.


La relevancia del poder para la sociedad, consiste en que los medios de comunicación simbólicamente generalizados tienen un sistema de referencia generalizado: la sociedad. Donde quiera que las personas se comuniquen entre sí, es probable que se oriente hacia la posibilidad del perjuicio mutuo y, con esto se influencie, entre sí. El poder es un factor universal para la existencia social, establecido en el mundo de la experiencia viviente.


El poder basado en la violencia se caracteriza por un principio de orientación relativamente simple que se relaciona bastante con las decisiones y que, al mismo tiempo, es compatible con una complejidad mayor. Un principio de orientación como éste, si coincide con una discontinuidad entre el sistema y el entorno, puede ocasionar la construcción de sistemas altamente complejos, por medio del efecto acumulativo de pasos simples.

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