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domingo, 22 de abril de 2007

Resistencia y ¿Utopía?



"O nosotros somos capaces de destruir con argumentos las
opiniones contrarias, o debemos dejar que se expresen. No es posible
destruir opiniones por la fuerza porque esto bloquea cualquier
desarrollo libre de la inteligencia"
Ernesto "Che" Guevara.


Cuando hablamos de resistencia debemos saber a lo que nos referimos. Pues las rocas resisten el embate de las olas del mar, pero se desgastan y poco a poco van desapareciendo. Los cerros resisten las tempestades, pero se deslavan y poco a poco van transformándose. Las comunidades zapatistas resisten los embates del capitalismo, pero se integran y con ello desaparecen, o desaparecen y luchan por integrarse a lo que existe pero existiendo. Así, podemos decir que en el primer caso me "resisto pero me doblo" y en el segundo "resisto pero no me doblo", y una tercera a la que llegaremos como conclusión.


Desarrollemos la primera situación: Resisto pero me doblo. Las comunidades indígenas en el devenir de esto que llamamos México han tenido infinidad de rebeliones armadas contra la exclusión de que han sido objeto históricamente, algunas de ellas han sido escuchadas por lo menos de manera formal, que no real, han alcanzado así algunos derechos formales, pero que se respeten cabalmente, no siempre sucede, por ejemplo ahora pueden asistir a la escuela, al ser ésta gratuita y universal para todos los mexicanos, y los indios al menos en la formalidad son considerados mexicanos, tienen derecho a los servicios de salud que ofrece el Gobierno, tienen posibilidades de lograr obtener una vivienda, pero como luego se dice, el papel aguanta todo, aunque este sea de tanto respeto como la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y sí, existe la posibilidad de que como indígenas asistan a la escuela, tengan vivienda y salud pública, de hecho algunos de ellos lo logran, por eso resisten pero se doblan a eso nos referimos con integrarse pero desapareciendo, o sea, que siguen siendo indios pero cada vez más se "ladinizan" valga el barbarismo; la mayoría de los que aceptan esta salida no logran integrarse al mercado, y no vuelven a sus comunidades. Para el capitalismo sólo son necesarios aquellos que están integrados al mercado, que trabajen generando o realizando la plusvalía en la producción y en la circulación del capital respectivamente, lo demás y los demás son prescindibles, sobrantes, que no caben en el sistema, es tal que las comunidades que resisten pero se doblan no le importan, aún cuando son sumisas y están resignadas a su suerte. Ellas con todo y su pasividad les pasa lo que a las rocas frente a las olas del mar, poco a poco van desapareciendo por el desgaste natural y más al no encontrar ninguna resistencia real. Aunque en la formalidad la halla, pero finalmente se doblan. Estas comunidades en teoría participan dentro la vida democrática del país, de esa democracia burguesa desde luego, pero, ¿cómo lo hacen? fácil como acarreados para las votaciones, como candidatos a puestos de elección popular para demostrar que se acepta la diversidad, como minorías que "se respetan", pero, ¿qué significa de fondo esto?, también fácil si se ven las cosas como son y no como quisiéramos que fueran, se les toma en cuenta cuando necesitan su voto aunque no se les enseñe en las escuelas en su idioma y se respeto su integridad como comunidad. Se les hace candidatos o de hecho logran tomar esos curules como diputados, senadores o lo que sea pero no sirve para sus comunidades la representación que logran pues lo que aprueban o proponen sólo tiene que ver con las necesidades de los grupos políticos que los colocaron en dichos puestos. Y la aceptación como diversidad es más una necesidad de integrar mano de obra barata para elevar la ganancia y decanta en una moda, el "indigenismo" que no ayuda a los indios en nada, más sirve al sistema para perpetuarse. Así pues concluimos "el resisto pero me doblo" es llevar a la extinción a las comunidades sin siquiera decir pío, integrarlas o tratar de integrarlas al sistema en la situación mas desventajosa. Es el esconderse a la realidad que fehacientemente les recuerda que el capitalismo no los necesita, que de hecho le estorban por ser formas de producción anteriores y en la mayoría de los casos colectivas. Es el "me engaño con sueños de igualdad y respeto". En el capitalismo no hay respeto más que por la ganancia y así la igualdad sólo la tienen los que tienen la ganancia. Los indígenas como eufemísticamente se les llama no son iguales a los mestizos porque esa igualdad es histórica. Y se conquista la igualdad en tanto se termine con aquello que genera la diferencia. Cuando se acabe el capitalismo se terminara con la desigualdad. La libertad es aun más complicada, libre de hacer y dejar hacer, pues si, se es libre de morirse de hambre y dejar que te exploten hasta el último respiro, esa es pues la única libertad que se tiene y que se ofrece y aquí basta con ser pobre y si se es indígena más. Así las comunidades que resisten pero se doblan, desparecerán y sin dejar huella.


La otra salida resisto pero no me doblo. Tiene también sus implicaciones. ¿Qué encontramos al resistir sin doblarse? que se reniegan a ser cosas y reivindican su lugar como gente con dignidad, como ser humano consciente que al quererlo doblegar alza la voz, denuncia, protesta y lucha. Esto acarrea consecuencias, si bien, alcanzan mejores condiciones económicas, pues al organizarse logran que el Gobierno tenga al menos que arrojar algunas migajas para sostener su precaria economía. Por decir algo, programas de asistencia al campo o a la salud. Alcanzan también cierto respeto en término de su participación en la vida política del país. Son considerados al decretar Leyes -Los Acuerdos de San Andrés, valgan como ejemplo- y tomar medidas de convivencia. Ahora se hace alharaca de la educación bilingüe, de la publicación de textos en idiomas indígenas, etc. Estas sin duda son logros de las comunidades que han resistido sin doblarse. Han alcanzado un cambio cuantitativo en el proceso que han desarrollado, los zapatitas entre ellos, pues son, han entrado a la vida nacional, han volteado y focalizado los reflectores en sus comunidades. Pero de ahí ¿qué sigue?, ¿qué mas? Su resistencia es como la de los cerros, se desgasta y se transforma. Pues al buscar integrarse al sistema capitalista deberán transformarse y en última instancia desaparecer. Pues el mercado lo que necesita es fuerza de trabajo barata, no especializada y dócil. Que se someta sin más a la exigencia de la producción en masa. Con reformas ´"estructurales" no van a darle más vida a las comunidades. Más sin en cambio si le están dando la muerte como comunidad.


Bien, ¿cuál sería pues la salida? La salida es dar un salto cualitativo. Que esa cantidad se convierta en calidad. De que igualdad hablamos. Pues de alcanzar aquella que se da al desaparecer la lucha de clases. La única igualdad que históricamente genera justicia. La de dar a cada quien según su necesidad y a cada cual según su capacidad. Este cambio que nos lleva a destruir la ganancia pues el fruto de todo lo producido es repartido de manera colectiva para toda la sociedad. Nos da entonces si DIGNIDAD. Pues cada individuo recibe y da lo que merece como humano. Un trato digno y coherente con su condición de persona. No existe el abuso por que nadie es más o menos que otro. Aquí lo sumamente complicado es que para lograrlo primero hay que destruir lo que actualmente existe y para ello no basta que las comunidades resistan, y si en lugar de destruirlo se tiene la pretensión de integrarse, entonces es bastante más difícil dar el segundo paso ese que es indispensable, inaplazable e ineludible. La liquidación del regimen capitalista. Un cambio de modo de producción, eso que llamamos REVOLUCION.


Por eso:

  • Reistir al cambio participando en el sistema.

  • Resistir el cambio no estando en el sistema, pero pegandole.

  • No resistir el cambio, hacerlo.



Para nosotros la tercera es la buena. no es estar con los pobres como damas de la caridad o "madres Teresa de Calcuta". Es estar en contra de la pobreza con todo lo que eso representa. Es ser, pues, no resistencia sino revolucion. Aunque para ello halla que resistir, pero una resistencia realmente digna, resistencia a no dejarse ser considerados como objetos, a no dejarse cosificar, no una resistencia pasiva, ni cotemplativa; o en la actividad inerme que lleva a mantener el "status quo". No, la resistencia es preparacion para la lucha y ya.

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