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sábado, 26 de mayo de 2007

Las muertas de juárez una realidad inaplazable, inaceptable e injustificable


Las muertas de juárez una realidad inaplazable, inaceptable e injustificable


« Lege rubrum si vis intelligiere nigram «


(Lee lo anotado en rojo si quieres entender lo escrito en negro).Proverbio europeo del siglo XV.’


El epígrafe que reza Lege si vis intelligere nigram ( “Lee lo anotado en rojo si quieres entender lo escrito en negro”) se refiere a la costumbre, originada en el siglo XV en Europa, de consignar el nombre propio y entrelazarlo con una “rúbrica”. Al paso del tiempo, la firma sería considerada un ritual o punto de honor, de pundonor: “El término rubor es, en su origen, producto de una asociación de ideas propiciada por la antigua costumbre de destacar con tinta roja lo más trascendente o entrañable de los libros caligrafiados, particularmente los de carácter más solemne, como los de derecho civil canónico, cuyos epígrafes se imprimían con tinta roja, apelando a la relación poética de que es el color de la tinta más humana, la sangre , y de su tintero, el corazón mismo. Y tan importante llegó a ser lo que aparecía ruborizado, que advertía Lege rubrum si vis intelligiere nigrum, o sea, lee lo anotado en rojo si quieres entender lo escrito en negro”. Confróntese, Equipo De Vecchi, 1994, p. 16. En Huesos en el Desierto, el antiguo aforismo se transforma en una metáfora que tiñe el contenido del texto y refleja la historia del presente en sus contrastes más trágicos y, al mismo tiempo, personales. En consecuencia, como ha sugerido Jaume Vallcorba, sería también correcta la siguiente traducción del latín: “si quieres entender el texto lee la rúbrica”, “o lee la rúbrica para entender el texto”. En este caso, el epílogo es mi rubrica.”



Me permito retomar una breve cita, acompañada de una larga explicación. Ofrecida por el periodista Sergio González Rodríguez. Quien en su libro “Los huesos en el desierto”, nos presenta una investigación de incalculable valor. Tanto por la valentía con que el autor hace la denuncia clara y explicita del grave problema que representan “Las muertas de Juárez”, como por la labor titánica de investigación y organización de información que proporciona la obra. Así para los fines del presente trabajo parafraseamos a Sergio Gonzáles Rodríguez, en el sentido, de que la rúbrica es el trabajo mismo.


“NI UNA MUERTA MÁS EN CIUDAD JUÁREZ, LAS QUEREMOS VIVAS”


Los graves “conflictos sociales” que se generan en el sistema económico denominado capitalismo se viven diariamente. En una sociedad como la mexicana con crisis continúas, con fenómenos por demás difíciles de analizar y con respuestas que en muchos de los casos dejan más dudas que las preguntas que las detonarón en un inició. Los que enfrentamos la ineludible obligación de plantear posturas ante la realidad, en la que estamos además inmersos, y de la cual somos y no somos parte –esto en una relación casi simbiótica, podríamos decir dialéctica, sin obviar todas las implicaciones política, económicas y sociales-, vemos con la más de las preocupaciones el hacer análisis que puedan ayudar aunque sea en algo a desenmarañar la apreciación de dichos cuestionamientos. En México se vive una situación política y económicamente hablando crítica. Enfrentamos desempleo en proporciones nunca antes vividas, índices históricos por lo alto de éstos de pobreza extrema aún medida con los métodos empleados por el gobierno (que dejan bastante que desear); inseguridad; fugas de capital; etc. Podríamos elaborar una gran lista de problemas. Pero al no ser el objetivo de este trabajo nos permitimos dejarla aquí.


El capitalismo desarrollado en México ha sido fundamentado principalmente en la mano de obra barata, de poca preparación técnica, pero ofrecida en grandes cantidades. Se convirtió en un paraíso para el capital. Esto que en un inicio resulto de gran beneficio para el país, pues podía colocar de manera ágil y rápida la inmensa oferta que le representaba su población económicamente activa. Ahora se ha convertido en uno de sus más grandes problemas. A que va esto, en la frontera norte de nuestro país donde se han instalado en mayor número las plantas maquiladoras (parques industriales de hecho) han acarreado consigo más problemas que beneficios. Se habla, pues la realidad así nos lo refiere. De fenómenos tales como la “fronterización”, así llamado a las situaciones que engloban la casi “tierra de nadie”. Es decir, la frontera se convierte en una zona cero. Por llamarlo de alguna manera, en sitio donde se puede encontrar de todo habitantes que establecen definitivamente su reside ncia ahí, personas que están de paso o esperando “la gloria de cruzar ‘pal’otro lado’”, gente que desea hacer del nacionalismo un valor fundamental ante el embate del “Gran país vecino con sus muy laureadas características positivas”, gente que versus los anteriores preferirían anexar toda esta franja a los Estados Unidos y convertirse así en una “más de sus estrellas”. Que nos arroja esto. Un inmenso conflicto de intereses que aunados a los intereses (valga la redundancia de “intereses”) de los carteles de la droga que establece dicho territorio como suyo. Pues es más que sabido que las cantidades más grandes de droga cruzan a traves de esta parte del país. Encontramos pues un polvorín social. Un sitio de contradicciones que se reflejan en secuestros, desapariciones asesinatos y de éstos últimos el ejemplo fehaciente, el que debiera ser de los más sentidos. Son aquellos que se han denominado “Las muertas de Juárez”. De ellas y por ellas escribimos hoy. Pretendemos que este tema al ser abordado aún con las múltiples limitaciones que el conocimiento del mismo y nuestra formación imponen logre al menos captar su interés y por tanto despierte la curiosidad por seguirlo investigado. Recordemos que uno de los mayores crímenes es el ignorar los crímenes –valga de nueva cuenta la asía llamada redundancia, pues así de redundante esta lo criminal de la actitud, valga pues la figura para contextualizar el fenómeno) que se cometen en el tiempo que a tí te ha tocado vivir.


“Ser contemporáneo de los crímenes de Ciudad Juárez, es una vergüenza, y es esa vergüenza la indica de inmediato a los culpables: las autoridades que permitieron en su colusión con el dinero fácil, que esta situación tomára cuerpo y forma”


Esta consideración nos enfrenta al problema, pero aunque compartimos el sentir de la cita, en cuanto a que las autoridades son responsables al no buscar resolver el problema. Ampliamos la responsabilidad a todos, en tanto todos debemos exigir sean resueltos los crímenes ya cometidos. El fenómeno que deriva en un conflicto social de “Las muertas de Juárez”, puede ser abordado desde varios niveles de análisis. Algunos sumamente superficiales y sumamente –por demás esta decirlo- socorridos por el Estado. Hablar de “Las muertas de Juárez” como lo han hecho las autoridades que de una u otra forma algo han tenido que ver con el problema, pues vale decir, que si no eres parte de la solución eres parte del problema – guardando desde luego las proporciones que amerita el caso-. Y aquí nos referimos a los procuradores de justicia tanto estatales como federales, a los gobernadores y a los presidentes de la república; que han transitado por el poder sin resolver absolutamente nada en los ya por los menos díez años que se ha presentado. Y a todas las demás “chinches y pulgas” que los acompañan, formando así su séquito de aduladores y compinches. Me refiero, en forma de listado en forma descendente para la “categoría” de dicha fauna, desde los Secretarios de Estado hasta el último de los policías y judiciales que han tenido participado en el problema o en la no solución del mismo.


“El 18 de junio de 1999, el diario Reforma de la capital mexicana registró un testimonio atroz. Un informante aseguraba que la figura del policía asesino estaba detrás del mayor caso criminal de la historia contemporánea de México y acaso del fin de siglo en el mundo: los homicidios seriales contra mujeres en Ciudad Juárez , Chihuahua. El informante decía conocer el secreto. Las niñas y mujeres víctimas de secuestro, violación, mutilaciones y muerte a lo largo de casi una década eran, al menos en parte, el producto de un grupo de sujetos dedicado al contrabando de drogas y de joyas. Los protegían por conveniencia o negocios comunes, algunos policías y funcionarios del estado de Chihuahua, afirmaba aquél. Había convivido con ellos. Sabía quiénes eran. Los había escuchado vanagloriarse de sus crímenes y ahora quería , como tres años atrás lo había hecho, delatarlos.


....
El informante se llamaba Víctor Valenzuela Rivera. Un ex policía meritorio, asociado o ‘madrina’ de la Policía Judicial de Chihuahua. Originario de Parral, con 37 años de edad, estaba preso en la cárcel juárense. Ofrecía nombres, circunstancias, detalles, lugares”


Por qué se desoyen las voces que hablan de una verdad incomoda. Pues la verdad es tal te la diga, quien te la diga. Y aún partiendo de testimonios de personas que forman parte del sistema, pues están inmersos en el llamado poder judicial -mismo que es parte del problema- dichos testimonios se descalifican. Y esto posibilita la no búsqueda de pruebas para poder llevar a término las supuestas investigaciones iniciadas con respecto a los ya mas de 400 –al menos- casos de asesinatos presentados en Ciudad Juárez.


Para el modo de producción llamado capitalista el ser humano no cuenta, la mujer aún menos . El capitalismo establece formas muy claras y precisas para organizar la producción. Primero generalizo el uso de la mano de obra femenina pues esta le resultaba más barata, más productiva y sobre todo más fácil de manejar. La mujer debió incorporarse a los procesos productivos con todas las consecuencias: desintegración familiar, mayor mortandad infantil por el descuido obligado de las madres hacia sus hijos, menor calidad y tiempo de vida de las misma, etc. Pero que importa esto ante la elevación de la ganancia obtenida por el capital. Aún con los problemas políticos que acarrea: violación a los derechos fundamentales como ser humano y violación a los tratados internacionales de defensa de los derechos de la mujer y de los niños. No hay “fijón” como diría el vulgo. Las
mujeres pasan a ser objeto de tercera, piezas que pueden ser usadas y después tiradas. De ahí que sean votados sus cuerpos al desierto, como basura, como parte pútrida que va a embonar en la propia putrefacción del sistema que las genera. En una posición de género. “Las muertas de Juárez” ocupan uno de los principales temas de interés. En este análisis proponemos que “las muertas de Juárez” son y no son muertes de género. A que nos referimos con ello.


“Utilizar la categoría género para referirse a los procesos de diferenciación, dominación y subordinación entre los hombres y las mujeres obliga a remitirse a la fuerza de lo social , y abre la posibilidad de la transformación de costumbres e ideas. Así, la perspectiva de género se aleja de las argumentaciones funcionalistas y deterministas, y busca explicar la acción humana como un producto construido con base en un sentido subjetivo.


... En esta perspectiva coexisten distintos enfoques dentro de un intento común por interpretar el género como un sistema de relaciones culturales entre los sexos... el género es una construcción simbólica, establecida sobre los datos biológicos de la diferencia sexual. De ahí que muchas autoras analicen esta simbolización cultural como una dimensión básica de la vida social, construida a partir de la diferencia sexual...”


En este sentido aceptamos el genocidio femenino perpetrado en Juárez, como de género y lo llamamos feminicidio. Hacemos la diferenciación con otras posturas. En las que el género sirve sólo para soslayar las diferencias de fondo basadas en lo económico y lo político. Morir acribillada en una esquina, como cientos de hombres mueren en Juárez o apuñalados, desparecidos, etc. por el narcotráfico y los ajustes de cuentas que este arrastra. Es distinto que morir violada, mutilada, además ser desaparecida y después arrojada cual deshecho a la vía pública. Es otro cantar. Siendo así que aún cuando no comparto la perspectiva de género en la mayoría de los casos, si acepto como necesidad el plantear que en Juárez se muere por ser mujer con mayor facilidad que por cualquier otra causa.


“Las explicaciones brindadas han demostrado la existencia del fuerte sexismo que prevalece en el estado de Chihuahua. Prueba de ello es que en varias ocasiones las autoridades han justificado los crímenes por el tamaño de la falda de las víctimas, porque salen solas de noche, porque acuden a bailar o porque caminan por lugares obscuros; es decir, porque según han afirmado, ‘su actitud no corresponde a los estándares morales’ y esto justifica los crímenes”


A esto nos referimos con una postura de género ante el fenómeno. Pero es acompañado de la ignominia, de ignorar y permitir los asesinatos. Pues estos son perpetrados en mujeres pobres. Seres humanos que no le hacen falta al sistema capitalista. En término económicos forman parte de los prescindibles. Entendiendo por ellos, aquella gente que sobra, que debiera estar muerta pero no lo esta, o sea, los que sólo presionan para disminuir los ya por demás bajos salarios, que sólo aparecen para romper una huelga o para sabotear las pocas intentonas de los trabajadores por permanecer en el sistema. A estos prescindibles, son a los que el sistema no tiene porque darles la cara, pues no existen y como diría el expresidente de México al contestarles a sus críticos, por los más de 500 asesinatos por motivos políticos ocurridos en su sexenio. “Ni los veo, ni los oigo” y completaría un sabio monero pero bien que les atina. Así de cruenta es nuestra realidad nacional.


Somos un país en donde los derechos humanos son violentados constantemente. Donde la participación política sólo se da para que los partidos políticos obtengan su legitimación por la vía electoral. En donde después de la elección el ciudadano se anula. Pasa a formar parte de una gran masa amorfa a la que ya nadie le presta atención hasta llegar de nueva cuenta a la siguiente elección.


“Las condiciones objetivas que determinan el modo de producción y, por tanto, la organización social determinan al hombre, sus ideas y sus intereses. En realidad, la idea de que ‘las instituciones forman a los hombres’, como decía Montesquieu, era una vieja idea lo nuevo en Marx es su análisis detallado de las instituciones como originadas en el modo de producción y en las fuerza de producción que lo condicionan: Ciertas condiciones económicas, como las del capitalismo producen como incentivo principal el deseo de dinero y propiedad”


Las condiciones económicas en última instancia determinan a las condiciones políticas y con ello a todo lo que tiene que ver con la sociedad. Por eso decimos que los multihomicidios en Juárez tienen más que ver con la gran diferencia de clases económicas y con ello con los distintos estamentos que estas integran. Las causas económicas llevan a aceptar que “el deseo de dinero y propiedad” con los que se justifica el narcotráfico, la trata de blancas, el tráfico de órganos, la prostitución (incluyen menores), y los que me faltan. Sólo podrán ser entendidos retomando la explicación última y más objetiva de dichos sucesos. Las causas económicas van determinando los intereses políticos de toda sociedad y la integrada en esto que llamamos México no es la excepción. Los asesinatos perpetrados en las mujeres de Juárez. Son ciertamente crímenes sexuales.


“La definición más sencilla presume que el crimen sexual es el asesinato después de la violación. Aunque hay muchos crímenes en los que se supone que no ha habido una penetración de la victima. Sin embargo, la mutilación de los genitales y los pechos, la forma como son utilizadas las armas punzo cortantes y algunos otros objetos en los cuerpos de las víctimas no deja lugar a dudas de que se trata de un motivo sexual. Incluyendo aquellos casos en los que se dice que la victima se dedicaba a la prostitución o que tuvo relaciones sin coacción”


En este contexto “Las muertas de Juárez” son más que un simple problema de cifras, más allá de las “muertas” reconocidas de manera oficial, de las “muertas” reconocidas por los organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales incluyendo las llamadas “ONG’s”. Lo realmente preocupante es el qué se va a hacer para resolverlo.


“No hay mayor tortura que aquélla que obliga a un ser humano a aguantar las caricias amorosas de una persona no querida.”


El machismo es un problema para México en el sentido del gran abuso que por el se permite de la mujer. Así el crímen se “sexualiza”, resulta más factible el realizarlo en aquellas que todo deberán aceptar por el simple hecho del papel histórico que siempre han cumplido y asumido. La abnegación de la madre con respecto a los hijos. La lealtad casi perruna que debe jurar la casada ante el altar hacia quien la desposa. La negación de su propia naturaleza, para ser ocultada en la profundidad de su ser y prácticamente olvidada por resultar un adorno innecesario para el uso que de ella se hace.


“Así funciona la dialéctica del arquetipo femenino: cuando el hombre es inocente la mujer lo tienta con su carne. Pero cuando en el hombre prende la lujuria, la hembra debe ser dulce y comprensiva. Cuando la fiebre pecaminosa consume al macho, allí está la virgen para calmarlo; pero si la fría melancolía lo tiene aturdido, una hembra fogosa lo ha de despertar. Esta es la lógica del erotismo en el paraíso mexicano. Por eso el Adán mexicano no quiere a las mujeres como las hace, ni es capaz de hacerlas como las quiere. Cuando son comprensivas y virginales, las viola; pero cuando se vuelven lúbricas, huye temeroso y se refugia en las faldas de la madre virgen. Necesita sentirse culpable siempre, pues piensa como Pascal: ‘Es necesario nacer culpables, si no Dios sería injusto’’’.


La violencia a la que es sometida la mujer en Ciudad Juárez nos habla de un problema económico y político complejo. La sociedad además acepta en cierta medida el mal trato y abuso hacia la mujer, lo que convierte el problema un acertijo, prácticamente sin solución. O al menos con pocas intenciones de resolverlo..


“Ciudad Juárez se convertiría así en un mayúsculo polo humano en la frontera norte de México. El censo de 2000 arrojó la cifra de 1.217.818 personas. A su vez, Tijuana, Baja California, sumaba 1.212.232 habitantes. De todas aquellas personas, el 40% vive en la pobreza extrema, segregado de los servicios urbanos y en los márgenes sociales. Se estima que cada día llegan 300 personas a Juárez, lo que constituye una población flotante de 250.000. La urbe constituye el puente preferido de los mexicanos hacia Texas y Nuevo México, en Estados Unidos. A mediados de los años noventa, la oficina de Tierra de Nuevo México la consideraba una de las fronteras de mayor tránsito humano de todo el mundo. En1996, la alcaldía juárense ofreció sus datos: 42 millones de personas y 17 millones de vehículos de paso anual. Y esta fluidez se ha convertido en un dilema México estadounidense.


Ciudad Juárez resiste la simetría económica de los dos países: incremento poblacional, falta de infraestructura, servicios y vivienda, negligencia ante sus recursos naturales, escasez de agua –se desperdicia el 15% del consumo total-, se contamina alarmantemente, de índole industrial, vehicular o por las ladrilleras locales – unas 300-. Para 1999, sería la cuarta urbe más contaminada de México.”


Y así, podríamos continuar citando datos que nos arrojan la realidad económica de Juárez, pero aún hay más en lo político Juárez presenta fuertes conflictos entre los dos principales partidos políticos. El Partido Revolucionario institucional y el Partido Acción Nacional. Tanto a nivel estatal como local – la alcaldía de Ciudad Juárez -, han jugado a la papa caliente con el conflicto sin buscar mecanismos jurídicos y judiciales pertinentes para lograr el esclarecimiento de los hechos, el enjuiciamiento y por último castigo de los culpables. No se ha logrado y aquí cabe mencionar que se acaba de nombrar nueva Comisionada para el esclarecimiento de los homicidios de las muertas de Juárez. Esperamos pueda contar con el apoyo de las diversas autoridades, en los distintos niveles de gobierno para lograr su cometido. Hacemos un llamado a la sociedad entera, a todos nos corresponde la exigencia de una solución. La exigencia de “NI UNA MUERTA MAS EN CIUDAD JUÁREZ”, del esclarecimientos de los crímenes, homicidios y desapariciones que se han cometido a lo largo de estos ya díez años. Con este llamado cerramos este trabajo que más pretende ser una voz, en el escándalo que debemos formar con todas nuestras voces para pedir una respuesta a quien le corresponde darla el Estado mexicano, personificado por los miembros de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; en todos sus niveles.


Nos permitimos extraer del ya citado libro “Los huesos en el desierto” de Sergio González Rodríguez la lista que integra el capítulo dieciocho titulado LA VIDA INCONCLUSA, sólo retomamos las fechas y los nombres cuando se conocen de los cuerpos encontrados. Si los erevisas con atención encontraras algunas fechas repetidas con personas no identificadas, no son errores de captura ambas fueron asesinadas.


“... 23/09/02, Erika Pérez; 23/09/02, no identificada; 28/08/02, Dora Alicia Martínez Mendoza; 22/06/02, no identificada; 09/06/02 Carmen Ivón Ontiveros Rodríguez; 02/6/02, Lucila Dávalos Silva; 21/05/02, Gloria Betance Rodríguez; 31/05/02, Elisa Lomas Ortiz; 20/03/02, Zulema Oliva Torres; 21/03/02, Miriam Soledad Sáenz Acosta; 19/03/02, Alicia Carrera Lagunes, y Carolina Carrera; 28/01/02, Mercedes Ramírez Morales; 20/01/02, Lourdes Ivette Lucero Campos; 05/01/02, no identificad; 07/01/02, no identificada. 23/12/01, “La chilindrina” o “La Guatemalteca”; 23/12/01, Susana Torres Valdivieso; 21/12/01, María Luisa Carsoli Berumen; 19/11/01, Alma Nelly Osorio Bejarano; 14/11/01, no identificada; 14/11/01, no identificada; 06-08/11/01, Mayra Reyes Solis, Claudia Ivette González, Verónica Martínez Hernández, Bárbara Martínez Ramos y Laura Berenice Ramos Monárrez; 12/06/01, Lourdes Gutiérrez Rosales; 12/05/01, Rebeca Sifuentes Castro; 21/02/01, Lilia Alejandra García Andrade; 14/01/01, Susana Enríquez Enríquez. 24/10/00, Mará Elena Chávez Caldera; 28/06/00, Liliana Olguín; 01/04/00, no identificada; 14/02/00, Inés Silva Merchant; 29/01/00, María Isabel Nava Vázquez; 19/01/00, osamenta de una mujer; 05/01/00, cadáver descuartizado de una mujer. 17/11/99, cráneo femenino; 25/10/99, Nelly América Gómez Holguín; 21/10/99, Blanca Estela Vçazquez Valenzuela; 16/10/99, María del Refugio Núñez López; 15/10/99, no identificada; 22/08/99, Vanesa Horcasitas; 10/08/99, no identificada; 02/08/99, Berta Briones; 07/07/99, Rosa María Rivera; 06/07/99,
María Elba Chávez; 07/06/99, Elizabeth Flores Sánchez; 06/06/99, Irene Castillo; 19/04/99, María Santos Ramírez; 22/03/99, Elena García Alvarado; 15/02/99, Irma Angélica Rosales Lozano; 15/02/99, Elsa América Arreguín Mendoza; 14/02/99, no identificada; 01/02/99, Paulina León; 13/01/99, Monrroy Torres; 11/01/99, María Estela Martínez Valdez. 10/12/98, no identificada; 06/10/98, no identificada; 19/09/98, Hester van Nierop; 18/09/98, Rocio Barraza Gallegos; 31/08/98, Eréndira Ivonne Ponce; 03/08/98, Paulina Lizalde Gómez; 05/08/98, Araceli Lozano Bolaños; 27/06/98, Brenda Patricia Méndez Vázquez; 01/06/98, no identificada; 25/05/98, Nora Elizabeth Flores; 11/05/98, Gabriela Edith Martínez Calvillo; 29/04/98, María Sagrario González Flores; 20/04/98, no identificada; Argelia Irene Salazar Crispín; ¿?/¿?/98, no identificada; 18/03/98, no identificada; 19/02/98, Perla Patricia Sáenz Díaz; 16/02/98, Clara Zepeda (o Zapata) Ávarez; 16/02/98, no identificada; 16/02/98, tres osamentas distintas; 03/02/98, Ana Hipólito Campos; 27/01/98, Silvia Gabriela Laguna Cruz; 25/01/98,María Isela Núñez; 24/01/98, Rosalina Veloz (o Martha Esmeralda Veloz Valdez); 03/01/98, Jessica Martínez Morales. 01/12/97, no identificada; 01/12/97, Rosa Margarita Arellanes García; 08/12/*97, no identificada; 02/12/97, Amalia María de los Dolores Saucedo Díaz; 01/12/97, Araceli Núñez Santos; 30/11/97, María Teresa Rentería Salazar; 17/11/97, Eréndira Buendía Muñoz; 08/11/97, Norma Julissa Ramos Muñoz; 07/11/97, no identificada; 21/10/97, Juana Íñiguz Mares; 13/10/97, Virginia Rodríguez Beltrán; 13/10/97, Brenda Esther Alfaro Luna; 03/10/97, no identificada; 28/09/97, María Irma Plancarte Luna; 09*/09/97, no identificada; 31/05/97, Verónica Beltrán; 29/05/97, Amelia Lucio Borjas; 19/05/97, Marcela Hernández Macías (o Maricela Macías Fernández); 15/05/97, no identificada; 16/04/97, no identificada; 11/04/97, Miriam Aguilar Rodríguez; 29/09/97, Siñlvia Guadalupe Díaz; 21/03/97, Maribel Palomino Arizo; 14/03/97, Ana María Gardea Villalobos; 11/03/97, Cinthia Rocío Acosta Alvarado; 16/01/97, no identificada; ¿?/01/97, no identificada. 06/12/96, Brenda Mejía Flores (o Lizeth Nájera); 06/12/96, Susana Mejía Flores; 31/11/96, no identificada; 18/11/96, no identificada; 14/11/96, Leticia García Rosales; 01/22/96, Norma Leticia de la Cruz Bañuelos; 31/10/96, no identificada; 30/09/96, Perla Hopkins (o Victoria Parker Hopkins o Rita Parker Hopkins); 19/08/96, no identificada; 16/08/96, Alma Leticia (Patricia) Palafox Zavala; 15/08/96, Soledad Beltrán; 09/08/96, Sonia Ivetta Sánchez Ramírez; 30/07/96, Rocío Miranda Agüero; ¿?/07/96, no identificada; 10/07/96, Sandra Luz Juárez Vázquez; 07/07/96, no identificada; 26/06/96, Elizabeth Ontiverosa López; 10/06/96, no identificada; 07/06/96, Araceli; 28/04/96, Rosaro Fátima Rodríguez; 07/04/96, Rosario García leal; ¿?/04/96, Isalda Chávez; ¿?/04/96, Josefina Reyes Salazar; ¿?/04/96, ignacia Morales; 29/03/96, no identificada; 28/03/96, Guadalupe Verónica Castro Pando; 23/03/96, no identificada; 18/03/96, no identificada; 13/03/96, no identificada; 09/03/96, no identificada. ¿?/12/95, Laura Ana Inere; ¿?/12/95, Elizabeth Gómez; 15/12/95, Rosa Isela Quintanilla; 23/11/95, Ignacia Morales Soto; 18/11/95, no identificada; 11/11/95, Adriana Torres Márquez; 09/09/95, Olga Alicia Carrillo Pérez, 10/09/95, no identificada; 05/09/95, no identificada; 01/09/95, Silvia Elena Rivera Morales; 27/08/95, Miriam de los Ángeles Deras; 22/08/95, no identificada;22/08/95, no identificada; 20/08/95, Gloria escobedo Piña; 19/08/95, “Elizabeth Castro García; 08/08/95, Patricia Cortés Campos; 06/08/95, Gloria Olivas Morales; 16/07/95, Erika García Moreno; 04/07/95, Araceli Rosaura Martínez Montañés; 21/04/95, Karina Daniela Gutiérrez; 17/04/95, Fabiola Zamudio; 24/02/95Miriam Adorna Vázquez; 25/01/95, María Cristina Quezada Mauricio; 10/01/95, no identificada. 20/11/94, Guillermina Hernández; 09/11/94, no identificada; 25/10/94, no identificada; 08/08/94, Patricia alias “La Burra”; 25/06/94, María Agustina Hernández; 08/05/94, Gladis Yaneth Fierro Vargas; 12/05 /94, Donna Maurine Striplin Boggs; 25/04/94, Lorenza Isela González; 11/03/94, María Rocío Cordero; 11/02/94, Emilia García Hernández; 11/01/94, no identificada. 15/12/93, Yolanda Tapia; 15/11/93, Esmeralda Leyva Rodríguez; 14/10/93, Mireya Hernández Méndez; 17/089/93, Marcela Santos Garza; 29/08/93, no identificada; 14/06/93, Guadalupe Ivonne Estrada Salas; 10/06/93, no identificada; 05/06/93, Verónica Huitrón Quezada; 13//05/93, no identificada; 03/05/93, no identificada; 21/04/93, Luz de la O. García; 14/03/93, jessica Lizalde León; 17/02/93, no identificada; 25/01/93, Angelina Luna Villalobos; 23/01/93, Alma Chavira Farel ... “

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