¿Quiénes hacemos la revolución?

"Los revolucionarios nunca mueren aunque destrocen sus cuerpos. los que morimos para que los demás vivan, ganamos el derecho de continuar".

Esto que es válido para aquellos que llegan a la conclusión de que el único camino para cambiar el mundo es la toma de las armas, aún hoy, ante ‘el fin de la Historia’, ‘la caída del bloque socialista’, y todas las demás monsergas que puedas agregar. Aún hoy el único camino para resolver la contradicción entre dos intereses iguales es la violencia.
Mejor dicho aún, hoy como mayor razón la única salida es el camino de las armas, a pesar de las descalificaciones hechas por el IMPERIALISMO.

"Cuídese hermano, que aquí hasta los muertos peleamos".

Eso parece recordarnos la historia de esta nuestra América, de esa que ha sido llamada Latina, esa historia viva de lucha para alcanzar la Independencia del colonialismo, ese constante mounstro "chupa sangre", extractor de bienes y personas. Nos da en la cara, nos refuta, nos recuerda; ese es el compromiso al que no se puede renunciar, ni se debe
renunciar, cuando se tiene algo de humano.

"No se le haga entonces extraño que la juventud se enguerrille".

Como pedirle a un joven consciente, digno, honesto; que no luche por su país. Como pedirle que cierre lo ojos ante esta Realidad cada vez más indignante, cada vez más insoportable e insostenible. Pero que tenemos a algunos que sólo quieren ‘la paz de los sepulcros’.

"No es por de más. Si Usted quiere quedarse por fuera de esto no lo va a conseguir. Es la época que nos tocó vivir. Quizá el resto de nuestras vidas nos alcance para recoger los restos de todos nuestros hijos muertos. Para mí es este ya el segundo , que cae en la guerra. Y no sé
cuantos de los pequeños se armarán también. No hay alternativa, o se muere atado con las manos atrás a la espalda, o se muere peleando. ¿Usted se atreve a condenarnos por eso".

Quién puede atreverse, quién puede ser capaz de condenar la vía, aunque acepte la causa, se acepte el origen, pues el aceptar el origen, es aceptar esa pobreza que nos da muertes por diarrea, por gripa, por hambre, por nada. Acaso de verdad, hay quien pueda decir condeno la lucha que ellos toman. Condeno su salida y su camino. ‘No hay mal que dure cien años, ni quien lo pueda aguantar’. Y eso es nuestra mayor esperanza.

"Es que ellos luchan ellos mismos, por eso son revolucionarios. El que no se arriesga a perder la tranquilidad , sino que espera escuchar la noticia del triunfo por la radio o la televisión, sin meter para nada la nalga, no es revolucionario, por más que lo diga. Hablar es fácil.
Vivir esto es otra cosa"

Aquellos que toman esa vía son dignos de absoluto respeto; la pasividad, la abulia, la inacción, esas no son de humanos, al menos no de humanos bien paridos. Si bien, no todos debemos tomar las armas, si todos debemos hacer algo para apoyar a los que las toman. Los cambios, la revolución; la hace el pueblo todo, todo y hay si todo. Todos hacemos
falta en uno u otro trabajo pero todos, todos ponemos y damos algo; y así también recibiremos algo.

"En cambio esta angustia era callada, tenia que pasar clandestina. Por eso le pareció mas terrible".

Esa angustia la que tienen aquellos que entran a la vida de la lucha, esa que les queda a sus familias, esa que le dejan a sus amigos, esa merece respeto. Los que nos darán todo, merecen ser recordados y merecen ser respetados.

"Mis muchachos murieron con el fusil en sus manos y el calibre de sus armas estaba bien caliente cuando calleron. Se negaron a vivir humillados".

Pero no es, ni por más la única forma de lucha, en esta hace falta todos y todas las formas, debe haber quien escriba lo que no debe ser ocultado, quien lea lo que no debe ser ignorado, quien grite lo que jamás deberá ser callado, quien calle lo que jamás deberá ser gritado, quien de y quien reciba, pues a su vez recibirá y dará.

"¡Bueno haremos como dijo el Che a los revolucionarios -exclamo Jazil,
con una enorme sonrisa en su rostro marrón-. Lucharemos contra el Imperialismo donde quiera que estemos".

Por ello nos atrevemos a afirmar la revolución la hacemos todos, los
que con una actitud digna enfrentamos al IMPERIALISMO.

Las frases citadas entre comillas fueron tomadas del libro:

"La luna del forense". ANGEL, Gabriel, Guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Ejercito del Pueblo). FARC-EP. Ediciones Magdalena Medio Internacional.