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domingo, 15 de abril de 2007

Poder del antipoder


Si concluimos en la inherente necesidad de exponer qué es el poder y retomamos a Foucault en sus dos enfoques explicativos de poder, el primero se compone de la concepción jurídica del poder –que se encuentra en los filósofos del siglo XVIII- y de la concepción marxista, ambas componen un primer enfoque pues en conjunto forman lo que se ha llamado el economicismo en la teoría del poder.


La concepción jurídica considera al poder: “como un derecho, del que se es poseedor como de un bien, que en consecuencia pude transferirse o alienarse, total o parcialmente, mediante un acto jurídico o un acto fundador de derecho que sería del orden de la cesión o del contrato”1.


Así, el poder se observa como un poder individual que se detenta y cede para contribuir a la constitución de un poder político, de una soberanía.


En la concepción marxista del poder: Se haya la funcionalidad económica del poder, que existe en la medida en que el poder tiene esencialmente el papel de mantener actualmente las relaciones de producción y una dominación de clase.


El segundo enfoque que explica el poder se compone de dos afirmaciones. La primera (llamada hipótesis de Reich por el autor) es que la apropiación y el poder no se dan, no se cambian ni se retoman sino que se ejercitan, no existen más que en acto, y si el poder se ejerce, entonces se llega a la primera hipótesis de que el poder es esencialmente lo que reprime. La segunda (hipótesis de Nietzche llamada por el autor) afirmación es que el poder es ante todo una relación de fuerza, y como tal debería ser analizado en términos de lucha, de enfrentamientos, de guerra. Con lo que se llega a otra hipótesis que dice que EL PODER ES LA GUERRA CONTINUADA CON OTROS MEDIOS y LA POLÍTICA COMO PODER POLÍTICO LA MISMA GUERRA CONTINUADA CON OTROS MEDIOS. Así el poder político tendría el papel de reinscribir, perpetuamente, esta relación de fuerza mediante una especie de guerra silenciosa, de inscribirla en las instituciones, en las desigualdades económicas, etc. Al final se concluye que en general “hay dos esquemas de análisis de poder. El esquema contrato-opresión, que es de tipo jurídico, y el esquema dominación-represión o guerra-represión, en el que la oposición pertinente no es la de legítimo e ilegítimo, como en el esquema anterior, sino de la lucha y sumisión”2.


En una sociedad como la nuestra, relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; y no pueden disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción ... un funcionamiento del discurso. No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja. Estamos sometidos a la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercitar el poder más que a través de la producción de la verdad. En una sociedad como la nuestra. El PODER finalmente logra ser concomitante en todo sentido, se filtra, se interioriza, se sustenta en LA VERDAD Y LA VERDAD ES PODER, EL PODER ES VERDAD. “Estamos constreñidos a producir la verdad desde el poder que la exige, que la necesita para funcionar...En el fondo, tenemos que producir verdad igual que tenemos que producir riquezas. Por otro lado, también estamos sometidos a la verdad en el sentido en que la verdad hace ley, elabora el discurso verdadero que, al menos en parte, decide, transmite, empuja efectos de poder”3.


El discurso y la técnica del derecho han tenido la función de disolver en el interior del poder el hecho de la dominación para aparecer en su lugar, los derechos legítimos de la soberanía y la obligación legal de la obediencia. Convencidos como estamos de que lo que nos ha sido enseñado como verdad es tal y no hay PODER alguno, que intente acaso, cuestionarlo. YSIN EMBARGO LO HAY.


Si analizamos las formas reguladas y legitimadas del poder en su centro, en sus mecanismos generales y sus efectos constantes, perdemos la riqueza del planteamiento, por ello debemos analizarlo en sus formas e instituciones más regionales, más locales. No analizar el poder en el terreno de la intención o de la decisión sino de estudiar el poder donde su intención está totalmente investida en el interior de prácticas reales y efectivas. Considerando al poder no como un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre otros, de un grupo sobre los otros, de una clase sobre las otras,, sino que el poder debe ser analizado como algo que circula, que funciona en cadena, no es un atributo como la riqueza o un bien. Se hace un análisis ascendente del poder, arrancar de los mecanismos infinitesimales, que tienen su propia historia, su propio trayecto, su propia técnica y táctica, y ver después cómo estos mecanismos de poder han sido colonizados por mecanismos más generales y por formas de dominación global.


Las grandes máquinas de poder están acompañadas de producciones ideológicas, pero en el fondo no se forman ideologías (Foucault) sino instrumentos efectivos de formación y de acumulación del saber, métodos de observación, técnicas de registro, procedimientos de indagación y de pesquisa, aparatos de verificación, es decir cuando el poder se ejerce a través de estos mecanismos sutiles, pone en circulación un saber que no son construcciones ideológicas sino ciencia, o al menos, son presentadas como tal, que caen entonces en el discurso de verdad. Por tanto el ejercicio del poder necesita de un discurso de verdad que será la ciencia, pues ¿quién construye la ciencia, si no el que detenta el poder? Y la necesita para reproducir las relaciones de poder.


“Lo que busco es intentar mostrar cómo las relaciones de poder pueden penetrar materialmente en el espesor mismo de los cuerpos sin tener incluso que ser sustituidos por la representación de los sujetos. Si el poder hace blanco en el cuerpo no es porque haya sido con anterioridad interiorizado en la conciencia de las gentes. Existe una red de bio-poder, de someto-poder que es al mismo tiempo una red a partir de la cual nace la sexualidad como fenómeno histórico y cultural en el interior de la cual nos reconocemos y nos perdemos a la vez”4 .


El poder se construye y funciona a partir de poderes, de multitud de cuestiones y de efectos de poder. Es este dominio complejo el que hay que estudiar. Esto no quiere decir que el poder es independiente, y que se podría descifrar sin tener en cuenta el proceso económico y las relaciones de producción. Y sin embargo, es mucho más complejo que ello.


Sabiendo que el poder es aquel que detentan los que oprimen y que lo hacen todo a su servicio, organizado para ser cada vez más preciso, podríamos decir quirúrgico en la aplicación de su medidas, de su opresión, de su aplastante y asfixiante necesidad de controlar la vida y obra de los que lo soportan y sufren.


Pero a toda acción corresponde una reacción. Y a nosotros nos toco vivirla. Esa respuesta que es en gran de igual fuerza y precisión que la que lo origina le daremos el nombre de ANTIPODER, siguiendo la línea teórica de Foucault.


El antipoder es el que detentan los oprimidos, la realidad del antipoder, al analizarlo tenemos tres puntos: es ubicuo, es la fuerza conductora del poder y por último, “el capital depende de manera absoluta del trabajo alienado para su existencia, es decir, que depende de la transformación del hacer humano en trabajo productor de valor”5.


Esta vendrá a ser la contribución de Marx al “pensamiento oposicional”( Foucault), que lo lleva más allá de las otras formas del pensamiento de este tipo. Que en general entendemos como de un lado la teoría radical de la opresión, que describe la opresión y el proceso de lucha (feminista por ejemplo), parte para describir la opresión de un nosotros contra ellos, ricos contra pobres, creando en apariencia dos puntos externos uno del otro sin explicar cómo se relacionan, quedando sin poder real de transformación pues al no explicar que los ricos lo son en tanto los pobres los hacen ricos, entonces no se comprende la naturaleza tan “frágil” de la opresión, no explica pues la naturaleza del capital. En oposición a esta teoría tenemos la teoría marxista, que destruye toda externalidad al explicar que el capital depende del trabajo alienado para subsistir, es decir, ya no hay un ellos contra nosotros con ellos externos a nosotros, donde ellos son los opresores y nosotros los oprimidos. En esta explicación se centra la posibilidad de transformación del mundo, se sustenta la posibilidad de que otro mundo, es además de posible NECESARIO. Ya que nos dice qué tan frágil es la opresión.


“La impregnación del poder por el antipoder es la sustancia de la teoría de la crisis... la importancia del marxismo reside en dar apoyo a la lucha a favor del comunismo mostrando que es materialmente posible una transición del capitalismo al comunismo, es decir, que la lucha por el comunismo está fundada en las contradicciones materiales del capitalismo y que estas contradicciones están concentradas en la crisis capitalista”6.


¿De qué se trata la particular forma capitalista de dependencia de la clase dominante respecto del trabajo de la clase explotada que hace del capitalismo un sistema de dominación particularmente inestable?...¿En qué consiste esa tan especial manera de interiorizarse?... ¿Qué genera?....


Un primer rasgo que caracteriza al capitalismo y a su clase dominante. Es el haber creado las condiciones históricas para la libertad del trabajador. Es el rasgo privativo de la relación entre capital y trabajo, libre en doble sentido; en tanto hombre libre dispone de su fuerza de trabajo en como mercancía propia y única, pues el no cuenta con otras mercancías para vender. Es total y absolutamente libre, en el más estricto sentido de dicho concepto. LIBRE HASTA PARA MORIRSE DE HAMBRE SI ASI LO DESEA. Pero esto que sería su más grande flaqueza le representa su mayor fortaleza.


“Es importante tener en mente que todas las sociedades de clases descansan en la subordinación de los trabajadores insubordinados y, por lo tanto, en la violencia: lo que distingue al capitalismo de las otras sociedades de clases es la forma que toma esta subordinación, el hecho de que esté mediada por la libertad”7.


Esta subordinación le lleva al capitalismo a generar sus propios sepultureros, aunque en ese largo andar que hace tiempo se inició, aún quede mucho por caminar y en el se desaparezca mucho de lo que somos.


“Éste es el clima en el que se da la destrucción de formas sociales de vida y de trabajo, modos de ser, colectividades, pueblos y culturas. Son inmensos, incalculables, los costos del mercantilismo, acumulación originaria, sistema colonial, imperialismo, multinacionalización, mundialización, globalización, es decir, las diferentes formas y épocas que caracterizan al largo curso de la historia del capitalismo. La gloriosa trayectoria del capitalismo, europeización u occidentalización del mundo, puede ser vista también como una especie de holocausto.
( . . . )
La historia del capitalismo puede ser leída como la historia de la mundialización, de la globalización del mundo. Un vasto proceso histórico simultáneamente social, económico, político y cultural, en el que se mueven individuos y multitudes, pueblos y gobiernos, sociedades y culturas, lenguas y religiones, naciones y continentes, mares y océanos, formas de los espacios y posibilidades de los tiempos. Un vasto proceso histórico en el que emergen conquistas y realizaciones, atolladeros y contradicciones. En la esencia de la racionalidad del capitalismo, como modo de producción material y espiritual, como proceso civilizador, se encuentra su irracionalidad, su negatividad, su condición de absurdo. Se puede hablar de capital y trabajo, pobre y rico, centro y periferia, industrializado y subdesarrollado, dominante y dependiente, pero también se puede hablar de producción y consumo, empleo y desempleo, abundancia y pauperismo, integración y fragmentación, masificación y soledad. Hay siempre un extraño pathos atravesando este proceso civilizador”8.


El capitalismo ha retomado a lo largo de su globalización, distintos niveles de desarrollo (modos de producción anteriores) y también han sido distintas las formas de incorporación a sus economías. “Es como si la racionalidad inherente a este modo de producción material y espiritual constituyera progresivamente todo a su imagen, subordinando a las personas, las ideas y las cosas”9.


La aplicación en los ya casi treinta años de políticas neoliberales. Han arraigado como hemos revisado cifras extremas en sentido muy negativo de distribución del ingreso (altísima concentración), pérdida de la determinación como naciones (injerencia en la toma de decisiones que inmiscuyen o debieran inmiscuir sólo a la nación, la “cuchara usense” infaltable), y las demás que ya hemos revisado. Ahora haremos un recorrido breve por los resultados del neoliberalismo para América Latina. Revisamos Bolivia, Argentina, Brasil y finalmente México. Las políticas económicas de corte neoliberal que han prevalecido en los últimos tres decenios en estos países han arrojado las multitudes inútiles(Ianni).


“.... la existencia de una categoría de seres humanos que escapan casi completamente de la ley de valor y de otra categoría que solo tiene marginalmente la posibilidad de crear un valor añadido que el capital puede utilizar para sus intereses. Para los primeros, que viven del trueque, de la mendicidad o de la asistencia humanitaria, el caso está claro para el sistema. Hay que crear, tal y como dice Michel Camdessus, antiguo director del FMI, una tercera mano, al lado de la mano invisible del mercado y de la mano reguladora del Estado, hay que crear la mano de la caridad. Para los segundos se desarrolla otro escenario. Incapaces de contribuir con validez a la acumulación de capital, son abandonados a sí mismos, en el mejor de los casos, sucumbiendo ante las enfermedades, las violencia entre ellos mismos o las guerras. Ambos constituyen lo que Suzan George llama “las multitudes inútiles”. Ahora bien, se trata de víctimas del sistema y de su lógica y no de un determinado retraso en el desarrollo que hay que eliminar, algo que ha sido bien puesto en evidencia por Samir Amir”10.


Estas multitudes inútiles también han respondido. La gente se organiza: Bolivia-Cocaleros, Argentina-Piqueteros, Brasil-Sin tierra, México-Zapatistas. Claro, entre muchas otras, nosotros nos remontamos a estas, pues son objeto de investigación para este trabajo.


El arribo del neoliberalismo, creo condiciones para resistencias y formas de lucha social nuevas. En éstas la sumisión real del trabajo al capital (como lo denomina Marx) es evidente “De entrada, la extensión relativa de la sumisión real ha hecho que se les otorgue valor a elementos diferentes de los de la contradicción directa capital / trabajo y, en consecuencia, a reivindicaciones no únicamente vinculadas con las condiciones de trabajo y de salario (con su extensión en el sistema de seguridad social). Se trata de objetivos diferentes a los de la oposición con la explotación directa, y vinculados, en esta ocasión, a cuestiones que afectan la calidad de la vida, el derecho a las identidades culturales, los derechos humanos y la democracia participativa. Estas luchas han dado lugar a nuevas formas de expresión y han construido nuevos espacios sociales, diferentes de los de los movimientos vinculados con la sumisión real (sindicato), lo que ha vuelto a veces difícil la colaboración. La tentación de reducir la realidad a aspectos importantes pero raciales ha sido también real y no está aún completamente eliminada.


Esta es la razón por la cual la convergencia del conjunto de estos movimientos y organizaciones se ha convertido, frente a la globalización del capital, en una exigencia de la lucha social contemporánea, necesidad cuya conciencia se ha desarrollado a partir de los últimos años del milenio”11.


La globalización ha echado raíces y en esa penetración, ha puesto de manifiesto que la contradicción fundamental se plasma en condiciones sociales que hacen despertar a otras “subclases”. “... donde se localiza la subclase: una categoría de individuos, familias, miembros de las más diversas etnia y migrantes, que se encuentran en la condición de desempleados más o menos permanentes. Son grupos y colectividades, barrios y vecindades en los que se reúnen y sintetizan todos, los principales aspectos de la cuestión social ...
Éste es el mundo de la subclase, de los que están viviendo en la condición de subclase, algo que se manifiesta en cierta escala, ya veces en gran escala, en grandes ciudades de países desarrollados, industrializados o dominantes, así como en países subdesarrollados, en industrializados o subordinados. En la época del capitalismo global surgen nuevas e “inesperadas” formas de pauperización, que han sido descritas como manifestaciones de “pobreza”, “miseria”, “hambre”. Son manifestaciones nuevas y renovadas del proceso de pauperización inherente a la fábrica de la sociedad, al modo capitalista de producción.
En cierta medida el concepto de subclase se forma el ámbito del desempleo estructural”12.


Las distintas manifestaciones en cada país, los distintos resultados de la política económica neoliberal y de la forma en que se han organizado para responder esas subclases. Es lo que abordaremos en este trabajo: FORMAS DE ORGANIZACIÓN, FORMAS DE RESPUESTA ANTE EL PODER, FORMAS DE DEFENSA Y SOBRE TODO FORMAS DE CAMBIO ANTISISTÉMICAS Y ALTERNATIVAS..




1 - Microfísica del poder, Curso del 7 de enero de 1976, p. 134, Michael Foucault.
2 - Ibid., p. 137
3 - Ibid., p. 140
4 - Microfísica del poder, Curso del 7 de enero de 1976, p. 156, Michael Foucault.
5 - Microfísica del poder, Curso del 7 de enero de 1976, p. 253 Michael Foucault.
6 - Microfísica del poder, Curso del 7 de enero de 1976, p. 255 Michael Foucault.
7 - Microfísica del poder, Curso del 7 de enero de 1976, p. 255 Michael Foucault.
8 - Ianni, Octavio. La Sociedad Global, Pág. 124 ED. Siglo XXI
9 - Ianni, Octavio. La Sociedad Global,. Pág. 135 ED. Siglo XXI
10 - Houtart, Francois, La convergencia de movimientos sociales: un ensayo de análisis, pp. 11. CLACSO.
11 - Ibidem pp. 13
12 - Ianni, Octavio. La era del globalismo, pp. 54. ED. siglo XXI

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